Junta de Vecinos de Tunquen

A partir de junio de 2008 estamos concentrando toda la informacion en la nueva página www.tunquén.cl

Noticia de El Mostrador del 8/11/2006

Jubilado funcionario judicial fue acusado de infracción a Ley General de Urbanismo y Construcciones y obligado a pagar una multa de $ 1,9 millones.

La Corte de Apelaciones de Valparaíso absolvió por unanimidad al ex juez Juan Guzmán de la condena dictada por Mario Cortés, del Juzgado de Policía Local de Casablanca, por el mantenimiento de un inmueble sin permiso ni recepción municipal.

El magistrado resolvió el 4 de septiembre pasado que el ex ministro infringió el artículo 116 del D.F.L. N 458/75 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones por su una propiedad en el balneario de Tunquén, obligándolo a pagar una multa de $ 1,9 millones.

Sin embargo, los ministros de la corte porteña establecieron en su fallo que a la fecha del denuncio, el 19 de abril de 2006, Guzmán no era propietario del inmueble, sino que su cónyuge, Inés Juliette Watine a contar del 9 de septiembre de 2004.

Al conocer la resolución judicial, el actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Central afirmó que “con esto se ha reparado la injusticia, a través de la impugnación que ha motivado el fallo absolutorio”.

Al mediodía del sábado 14 de octubre de 2006 se efectuó una ceremonia en el Minimarket de Tunquén en la cual la Corporación Alto Tunquen hizo entrega de una motocicleta (ver fotos) a la Municipalidad de Casablanca, representada por su Alcalde, Sr. Manuel Jesús Vera.



Luego el Alcalde hizo entrega de la moto al Mayor de Carabineros Carlos Cubillos, a cargo de la Comisaría de Casablanca, quien la destinará al Retén de Quintay, para efectuar patrullajes de vigilancia en la zona.

Además el Mayor Cubillos informó que Carabineros de Chile dotará de una segunda moto al Retén de Quintay, para permitir que la vigilancia la hagan en parejas de carabineros, quienes harán rondas de vigilancia por las parcelaciones de Tunquen y otros lugares.

El Mayor Cubillos dio a conocer medidas adicionales para mejorar las condiciones de seguridad, como el reemplazo que ya se hizo de la antigua camioneta del retén de Quintay por una año 2006, y el aumento en dos carabineros de la dotación existente.

Esperamos que estas medidas contribuyan a las que la comunidad ha estado tomando, para combatir efectivamente los robos en la zona.

Se adjunta Oficio 1508 del SEREMI del Ministerio de Vivienda y Urbanizacion, de fecha 19 de octubre de 2006, que confirma que se ha acogido nuestra solicitud de efectuar un trazado alternativo distinto para la vía VS-4s que se planeaba para el plano regulador.

Estimados vecinos:

En relación a la carta de José Fliman del 10 de Septiembre pasado, estuve haciendo algunas averiguaciones con funcionarios del Departamento de Obras de la Municipalidad de Casablanca, en las oficinas de la Dirección de Vialidad, del MOP de Valparaíso y en las oficinas del Departamento de Desarrollo Urbano de la Secretaria Regional Ministerial del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (SEREMI MINVU) de Valparaíso.

En Vialidad del MOP me explicaron que la secuencia previa a la construcción de un camino es la siguiente:
a) estudio de prefactibilidad
b) estudio de factibilidad
c) proyecto

Funcionarios de Vialidad del MOP de Valparaíso me aclararon que, en relación a un eventual camino por la costa por nuestras parcelaciones, actualmente no hay ningún estudio de estos efectuado, ni noticias de que se vaya a iniciar alguno.

Como esta secuencia de tres etapas toma normalmente unos 5 años, aseguran que no hay ninguna posibilidad de que haya un camino al menos en ese lapso.

El Departamento de Desarrollo Urbano del SEREMI del MINVU es responsable del plano regulador de Valparaíso (entre otros), y están trabajando en el PREMVAL, que es una actualización de él. El Sr. Osvaldo Rodríguez es el sectorialista a cargo de Algarrobo, y explicó que la mayoría de los poblados aspiran a tener caminos asfaltados, lo que representa habitualmente una mejoría para las condiciones de vida de los pobladores y es una manera de contribuir al desarrollo local.

En esta visión, efectivamente existe un trazado de una ruta costera referencial, pensada a 10 años o más, que tiene por objeto, como todo plano regulador, ordenar las construcciones para que no se construya donde va el trazado, y así evitar más adelante conflictos con los propietarios.

Este trazado especifica un camino del mismo tipo del que actualmente existe desde la bifurcación Tunquen/Quintay hasta Algarrobo: una vía por lado, asfaltado, y uniría Curauma con Algarrobo, con un trazado entre el camino actual y la costa, pero no en la costa misma, sino un poco mas adentro.

Para efectuar el trazado en el plano regulador se utilizaron los planos del trazado del acueducto que lleva el agua desde el Estero de Casablanca hasta Santa Augusta.

Al enterarse los propietarios de la parcelación La Boca (Sra. Sara Romo y su esposo don Juan Torres) de este trazado, reclamaron ante el SEREMI (presentación hecha el 8/8/2006) porque atravesaba las parcelas, provocándoles un daño a los propietarios (expropiabilidad, que dificulta su comercialización) y solicitaron que se modifique el trazado del camino respetando los caminos vecinales existentes, para lo que le hicieron llegar los planos de los loteos existentes.

El día 6 de Septiembre el Seremi del MINVU contestó mediante el Oficio Ord. N° 1274, que se publica aquí a continuación, que acepta la sugerencia de modificar el trazado siguiendo los caminos existentes y adjunta el plano de cómo quedaría el nuevo trazado.

Esta es la primera notificación formal de la autoridad sobre este camino a alguien de nuestra comunidad.

El Sr. Torres consultó con su abogado, quien le indicó que existe un plazo legal de 15 días para oponerse al trazado del camino, que vencía el día 20/9. En vista de esto, el Sr. Torres pidió una reunión con un grupo de vecinos, para el 17/9.

Un grupo de vecinos nos reunimos ese día con Juan Torres en la casa de Mario Waissbluth, en Tunquén, para analizar la situación y se acordó que el Presidente de la Junta de Vecinos presente un recurso de protección el día 20, en la corte de Apelaciones de Valparaíso.

Luego de presentarlo (ver texto adjunto) me reuní con el Sr. Andrés Silva, SEREMI del MINVU de la V Región, y le entregué una carta solicitando información formal sobre el camino, para la Junta de Vecinos. Con su respuesta veremos si es necesario que la Junta tome alguna posición formalmente.

En la conversación que sostuve con el Sr. Silva le expliqué que en las parcelaciones de Tunquén la gran mayoría de los vecinos se opone terminantemente a que se asfalte un camino, que luego probablemente se llegará a constituir en carretera turística, por entre las casas de los vecinos. Ante este argumento, el SEREMI indicó que no tiene problema en efectuar una modificación del trazado en el plano regulador, de modo que este no pase por las tres parcelaciones, lo que quedó de ratificar por escrito, mediante una carta de respuesta al Presidente de la Junta de Vecinos, la que se publicará cuando se reciba.

En caso de dudas o consultas, escribir a jonny.heiss@gmail.com

Jonny Heiss
Presidente Junta de Vecinos de Tunquén

A continuacion se muestra el Oficio del SEREMI del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Valparaiso, de fecha 6/9/2006 a Juan Torres, y el plano con el trazado del camino costero propuesto en el Plan Regulador de Valparaíso, el que se espera sea modificado en los proximos dias para que no pase por las parcelaciones de La Boca, El Rosario ni Punta del Gallo.

El dia 20 de septiembre de 2006 se presentó ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso el siguiente recurso de protección:

Hoy domingo 10 de septiembre, José Fliman ha enviado esta carta por mail a varios vecinos, la que por su trascendencia damos a conocer acá.

Estimados Vecinos:

Recibí un llamado de Pancho Reyes. Está preocupado después de dos conversaciones con Juan Torres y una con Yuri Rodriguez (Director de Obras de Casablanca.

En la primera conversación con Juan Torres (si no me equivoco, alrededor de un mes atrás) le dijo estar preocupado por la planificación del camino costero Algarrobo - Quintay. Este camino que entraría a la parcelación por el costado del Humedal, por delante de la casa de Francisco, debajo del sitio de la Piedra, por mi casa, la de la Presidenta, subiría por la quebrada, entraría por Rosario hasta llegar a la Punta del Gallo y seguiría hasta Quintay siempre con vista al mar. (A mi me parece una locura, pero uno nunca sabe).

En nuevo llamado a Pancho, la semana pasada, Juan Torres le comentó que él, en conversaciones con el Seremi (no estoy seguro de que este sea la persona) habría logrado que el trazado se modificara a pasar por los caminos ya existentes dentro de las parcelaciones incluso mencionando Juan Torres un ancho específico para la carretera. Juan Torres se ha contactado con Pancho para pedirle que hable con sus conocidos para que le ayuden a interceder por este plan. Pancho habló con el Director de Obras de Casablanca quien dijo estar en conocimiento de este trazado, lo que aumentó su preocupación.

El plazo para que los ciudadanos puedan manifestar sus rechazos, consultas, dudas por un proyecto de esta naturaleza ya habría vencido. Estaría ya aprobado por CONAMA y faltaría la COREMA (o la revés).

Creemos que sería de suma urgencia que a través de la Junta de Vecinos quien tenga los contactos correspondientes averiguar con exactitud que hay de cierto en este absurdo y si fuese necesario organicemos una oposición de inmediato.

José Fliman

La palabra más frecuente en boca de los visitantes y moradores a quienes Tunquén ha envuelto en un encantamiento nada de explícito, pero sin duda, profundo, es la palabra paraíso. La pureza del lugar despeja en el alma las contaminaciones habituales y genera con espontaneidad esa vivencia simple, inocente, feliz, que nos hace recordar el Jardín original.

Pero, a diferencia de los paraísos ideales que a la mente le gusta detalladamente diseñar, Tunquén es un paraíso muy real. Imperfecto, vivo, cambiante; hecho de tierra y de tiempo. Si elegimos estar ahí, no podemos evitar una responsabilidad evidente: hacernos custodios de un paraíso vulnerable.

Una responsabilidad que el corazón conoce bien, porque sabe que cada roca, cada arbusto, cada playa, quebrada o promontorio, y cada una de las criaturas que los habitan, participan de ese milagro que llamamos ecología. No dañar, no contaminar, no dejar huella alguna, es simplemente el fluir obvio de esa conciencia emocionada.

Sabe también el corazón que los paraísos son realidades compartidas, y construye, celebra, descansa, cuidando la paz de su vecino, que es su propia paz. Sabe que estamos juntos en territorio sagrado.

Gonzalo Pérez.

I. Introducción.

Con estas palabras de uno de nuestros moradores, la Junta de Vecinos de Tunquén te invita a compartir y suscribir estas prácticas y conductas, tanto en La Boca, como en El Rosario y Punta del Gallo.

Quienes hemos elegido este pedazo de litoral para armar nuestras residencias o para refugiarnos temporalmente, aspiramos a una forma de vida que armonice con la identidad natural que aún conserva, con la belleza de sus sonidos y su paisaje abierto.

En concordancia con esa aspiración esencial, estamos empeñados en la subsistencia de una comunidad que promueva el respeto de dicha identidad medioambiental, tanto mediante el uso de mecanismos alternativos de generación de energía, y su utilización a una escala compatible con dichas finalidades, como con el empleo de las medidas que permitan la mantención de los niveles de contaminación visual, auditiva y lumínica que hacen de Tunquén un lugar privilegiado para el encuentro con la naturaleza.

Esta armonía no se completa sin el respeto por nuestros vecinos, la valoración de nuestra interdependencia y de la responsabilidad que nos corresponde, máxime si compartimos un interés vital en el territorio que nos reúne, su desenvolvimiento cotidiano y su futuro.

Estamos convencidos de que estos objetivos no pueden ser alcanzados sin el compromiso y participación de todos para el bien de toda nuestra comunidad.

II. Respeto del entorno natural: vida y paisaje.

La observancia de los principios señalados impone la necesidad de respetar el entorno, especialmente la configuración de nuestro paisaje costero extenso y limpio, de manera que entendemos como un imperativo conservar su originalidad al planificar la construcción de nuestras casas u otras instalaciones.

Dichas intervenciones deben tener en cuenta la preservación de las características del terreno, así como la flora y fauna nativas, procurando que las especies introducidas armonicen en compatibilidad, altura y características con la escena natural ya descrita. Las mismas consideraciones forman parte del respeto que merecemos todos los residentes de Tunquén en orden a disfrutar del paisaje y sus vistas.

Asimismo, resulta indispensable el uso racional de las napas subterráneas, puesto que toda la comunidad se nutre de las mismas fuentes, especialmente por cuanto el agua escasea en los períodos secos. Iguales circunstancias fundamentan la necesidad del mayor cuidado en la instalación y mantención de pozos sépticos.

También debe ser mencionada la necesidad de disponer adecuadamente de los residuos domiciliarios, cuidando los aspectos ambientales y de salubridad tanto como los estéticos, en colaboración con la Junta de Vecinos y la Municipalidad.

III. Relaciones de vecindad: el valor del otro, o el otro como valor.

La armonía de la vida en Tunquén pasa necesariamente por respetarnos y colaborar con las iniciativas tendientes al bienestar de nuestra comunidad.

El gran espacio parcelado en que habitamos incluye la existencia de áreas comunes, las cuales están sometidas a un régimen de uso no exclusivo, como las calles o los accesos a las playas.

Ninguna persona debe intervenirlas en modo alguno sin el acuerdo de la Junta de Vecinos -que representa los intereses de la comunidad- aun cuando haya acuerdo entre los propietarios más cercanos a la zona respectiva, salvo, por cierto, que ello sea necesario a efecto de paliar una emergencia, y sólo mientras ésta dure.

Es necesario que las personas que transiten por dichos espacios comunes no pongan en peligro o perturben a los residentes con la velocidad o ruido de sus vehículos, ni recorran con ellos las playas. Las dañan y nos dañan.

Las velocidades inadecuadas son un serio riesgo para todos. Las estelas de polvo provocadas por los vehículos afectan la limpieza y el bienestar de los hogares, y ello disminuye nuestra calidad de vida. Un peatón o ciclista merece el mayor respeto: no los desconozcamos, no los ensuciemos, cuidémoslos. Somos nosotros.

Todos valoramos el paisaje original y abierto de Tunquén, y no queremos perder nuestras vistas por la plantación desconsiderada de árboles altos o la construcción de casas o instalaciones de elevación inadecuada, y tampoco el silencio y quietud de que todavía gozamos, por el abuso de horarios y períodos destinados al uso de generadores eléctricos.

El respeto por nuestros vecinos y la valoración de nuestra convivencia se manifiesta en la tenencia responsable de animales domésticos, debidamente alimentados y vacunados, que no impidan agresivamente el libre paso de los peatones por las calles, y que no se bañen, por bien cuidados que se encuentren, en las mismas aguas detenidas o semidetenidas en que lo hacemos nosotros y nuestros hijos.

Los residentes no deben efectuar en sus parcelas actividades productivas o comerciales que atraigan público, puesto que ello ocasiona un movimiento continuo, ruidos y otras molestias que se contradicen con la forma de vida que queremos mantener.

Es de gran importancia que todos participemos de las decisiones que tome la comunidad organizada, asistiendo a las reuniones, colaborando, y, por cierto, pagando las cuotas comunitarias, que se usan exclusiva y totalmente en bien de todos. No debemos esperar invitaciones especiales: es responsabilidad de cada uno buscar la forma de hacer efectiva su participación y aporte.

En síntesis, se trata de un principio viejo y sabio: no hacer a otros o con otros lo que no nos gustaría que nos hicieran. Esto queda manifestado en reglas concretas, normas indispensables para cumplir los principios que anteceden.

IV. Abracemos estas reglas

1. Utilice fuentes de energía alternativa, no pavimente, ni ilumine espacios públicos o jardines de manera que contaminen visualmente.

2. No corte ni queme árboles o plantas nativas. Tenga en cuenta que los "matorrales" son boldos, quillayes, quebrachos, litres o molles. No corte bosquecillos para hacer cercos o jardines. Evite los alambres de púa y sustitúyalos por cercos más amables.

3. Si planta árboles, privilegie los nativos. No use árboles que, por su altura natural, puedan llegar a impedir o trabar la vista a sus vecinos, ni construya a una altura que cause este efecto.

4. No se apropie de los cactus y plantas de los espacios comunes para replantarlos en su casa. Se van a secar, y además, no nos pertenecen: son de Tunquén.

5. No haga movimientos de terreno que alteren significativamente el paisaje natural.

6. No haga ruidos molestos, especialmente durante las horas tradicionalmente destinadas al descanso.

7. Si contrata trabajos con maquinaria pesada o ruidosa, no lo haga en días festivos ni en fines de semana.

8. Si usa generador, colóquelo en una caseta aislada con puerta cerrada y escape de gases. Utilice silenciador.

9. No bote basura en lugares inapropiados; recoja la que encuentre y deposítela adecuadamente. No abuse botando escombros en los lugares de recolección de basura.

10. Camine, trate de no usar el auto. No circule en ningún tipo de vehículo a más de 30 Km/hr. Respete a peatones, ciclistas y mascotas.

11. No deje mascotas o guardianes sueltos, menos aun si son agresivos. Manténgalos vacunados. No permita que se bañen en aguas de uso público, detenidas o semidetenidas.

12. Al construir su pozo séptico, evite contaminar la napa de agua de los vecinos. Compruebe periódicamente el estado su pozo.

13. No abuse de las aguas subterráneas durante los períodos secos.

14. No intervenga los espacios comunes sin acuerdo de la Junta de Vecinos. No construya “lomos de toro” sin permiso. Si ya los instaló, ojalá los rebaje adecuadamente y los avise con un cartel o piedras pintadas para evitar molestias a los vecinos.

15. No intervenga los cursos naturales de agua. Ello genera inundaciones inevitablemente. Si lo hace, entube adecuadamente.

16. Las motos no son bienvenidas. Contaminan con ruido, y en la playa destruyen la vegetación y ahuyentan las aves y otros animales. No circule en vehículos motorizados por las playas.

17. No instale negocios o actividades comerciales en su sitio.

18. Contribuya con los gastos comunes. Sea solidario.

Gracias por tu colaboración, que nos ayuda y te ayuda.